Excursión a los cañones

Antes de hablaros de la excursión de hoy, deciros que tanto Euken como Jare están cambiando día a día. Jare se ríe mucho más que antes y no veáis como corre, vamos que le hace sudar de lo lindo a su madre, y Euken a debido de gustarle eso de ver correr, ya que ahora su mayor afición es irse gateando para que yo le persiga y le suba, vamos que no paramos, y menuda agilidad que están cogiendo.

Hoy no hemos podido estar con ellos porque hemos ido a los cañones, menuda excursión, dura y bonita a la vez, pero empecemos por el principio.

Habíamos quedado con Jose que nos recogía a las 7:20 de la mañana a nosotras y a las 7:30 a Cesar y Rodrigo pero oh SORPRESA eran las 7:40 y no había aparecido, es entonces cuando Rodrigo decide llamarle (por si acaso se había dormido) y oh otra vez SORPRESA nuestras sospechas estaban bien fundadas, Jose le dice que cojamos un coche y vayamos al sitio llamemosle X, de tal manera que terminamos nosotras en una punta y ellos en otra, finalmente pudimos coger el autobús.

Después de cuatro largas horas de viaje llegamos a los cañones (preciosos, os pongo dos fotos para que os hagáis una idea) y al guia no se le ocurre mejor idea que en vez de bajar por el camino sencillo bajar por el de dificultad media (sobre todo por la cantidad de piedras sueltas que había con las que resbalarte en el descenso), después seguimos andando y llegamos al río donde comimos y después vuelta para arriba.

Cuando ya pensábamos que el día estaba terminando resulta que el niño de delante que no había parado de menearse se marea y devuelve pero él como si nada, en fin como veis un viaje de lo más movidito.